22/10/2014
El año pasado 441.000 litros de vinos lanzaroteños traspasaron fronteras, principalmente en dirección a Alemania y EE.UU.
El consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas del Gobierno de Canarias, Juan Ramón Hernández, señaló el pasado martes en el Parlamento que las bodegas canarias embotellaron el año pasado un total de 12 millones de litros de vino. De esta cantidad, cuatro millones correspondieron a producciones bajo Denominación de Origen Protegida (DOP), y ocho a caldos que no están sujetos a este sello de calidad.
El responsable del Área informó que en su conjunto, las bodegas adscritas a las once Denominaciones de Origen del Archipiélago han embotellado en el presente 2014, hasta el momento, 3,2 millones de litros; y comentó que el año pasado Canarias exportó, principalmente a Estados Unidos y Alemania, 441.000 litros de vino, siendo la isla de Lanzarote la más organizada en este sentido al ser la que más exporta.
Según datos del Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria (ICCA), en la campaña 2012-2013 Canarias produjo 9.980.682 litros de vino (5.972.680 de tinto y 4.008.001 de blanco). De estos, la mayor producción fue en la provincia tinerfeña (7.975.480 litros) y el resto (2.005.201 litros) en Las Palmas. Por islas, Tenerife y Lanzarote, con 7.069.670 litros y 1.721.614 litros respectivamente, son las que más producen. De hecho, es Tenerife, con sus cinco denominaciones de origen, la que aglutina el 70,83% de la producción total de las Islas, seguida muy de lejos por Lanzarote con el 17,25%.
El ICCA ha analizado el empleo en este subsector evaluando que las bodegas con producción superior a 20.000 litros, contratan en torno a dos o tres de los trabajadores asalariados del sector vinícola y participan en un 61% del empleo total que genera dicho sector, incluyendo el trabajo familiar. Tal es así, que la aportación del sector al empleo total de Canarias (asalariado más familia) se estima en casi 500 personas.
La contribución del sector al empleo total de la industria de la alimentación, bebidas y tabaco es del 3,2%, y al conjunto del sector industrial, del 1,1%. De todos modos, hay que tener en cuenta que el trabajo que genera la práctica totalidad de las bodegas con una producción inferior a los 20.000 litros es a tiempo parcial ya que se trabaja por vendimia, campaña y embotellado.
Los precios de la uva dependen de las decisiones de cada consejo regulador, aunque se estima en un euro por kilo. Partiendo de este dato, se puede considerar que la producción de vino en las Islas cuenta con un valor anual de unos 28 millones de euros.
El Archipiélago importa unos 49 millones de litros y produce unos 12 millones, una cifra muy alejada de la que el sector quiere conseguir. De hecho, la producción vinícola del Archipiélago representa tan solo un 0,01% del total de las exportaciones que se realizan en España.
El Programa Comunitario de Apoyo a las Producciones Agrarias de Canarias (POSEI) supone el instrumento fundamental de apoyo a la producción vitivinícola. Este subsector cuenta con varias líneas de ayudas a la superficie, al embotellado y a la exportación. La media de ayuda recibida cada año alcanza los 3,5 millones de euros.
Este subsector está sujeto además al Real Decreto 548/2013, de 19 de julio, que recoge el conjunto de disposiciones que se aplicarán para el apoyo del sector vitivinícola español a través del segundo Programa de Apoyo quinquenal presentado por España a la Comisión Europea para el periodo 2014 a 2018.
Esta norma tiene por objeto establecer la normativa básica aplicable a las medidas de promoción de mercados en terceros países, reestructuración y reconversión de viñedos, eliminación de subproductos (que no se aplica en Canarias) e inversiones.
La medida de Promoción de mercados en terceros países es gestionada por el Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria, que se encarga de asegurar la posición de los vinos canarios en los mercados exteriores en línea con el fomento de la internacionalización.
En este nuevo periodo de programación, se da prioridad a los solicitantes de la ayuda que hasta este momento no habían recibido apoyo, y a los que dirigen sus acciones de promoción a un nuevo tercer país.
La medida de Reestructuración y Reconversión de viñedos, que se aplica en las Islas desde la campaña vitícola 2000/2001, experimentó un fuerte auge inicial, con un máximo de ayuda aprobada en la campaña 2002/2003, que alcanzó los 6.672.861 ¿ para, a continuación, descender paulatinamente por agotamiento de las superficies vitícolas susceptibles de reestructuración y la disminución en el período que actualmente finaliza (2009-2013) del porcentaje de subvención en Canarias, que ha pasado del 75% al 50% al haber dejado de ser considerada “Zona objetivo Uno”.
Gracias a ella se han desarrollado en Canarias 56 planes de reestructuración y reconversión de viñedo, se han mejorado 1.973 hectáreas de terreno y se han distribuido en los últimos años un total de 29,6 millones de euros.
Con el nuevo Real Decreto, además de diversas novedades en el procedimiento de tramitación de la ayuda a la reestructuración y reconversión de viñedos, se modifican algunas operaciones hasta ahora consideradas subvencionables, y su importe máximo.
En relación a la medida de Inversiones, cabe destacar, entre otras novedades, el apoyo de forma exclusiva a las inversiones en instalaciones, infraestructura vinícola y comercialización de vinos, mostos y vinagre, así como al desarrollo de nuevos productos, procedimientos y tecnologías. En la gestión de esta medida, y dentro del marco de sus competencias, participarán tanto el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, como las comunidades autónomas.
Al amparo de la Sección 4ª “Inversiones” del Real Decreto 548/2013, de 19 de julio, para la aplicación de las medidas del programa de apoyo 2014-2018 al sector vitivinícola español, se dictó la Resolución nº 269, de 30 de julio de 2014, del Viceconsejero de Agricultura y Ganadería del Gobierno de Canarias por la que se concedieron las ayudas aprobadas en la Conferencia Sectorial de Agricultura y Desarrollo Rural, a los proyectos de inversiones relacionados en el Anexo II de la misma, y cuyo importe total asciende a 1.765.070,92 ¿. De dicha cantidad, 1.058.234,77 ¿ corresponde al ejercicio 2015, 221.022,02 ¿ al ejercicio 2016, 185.162,81 ¿ al ejercicio 2017, y 300.651,32 ¿ al ejercicio 2018.
Según señaló Hernández, otro de los temas importantes para este subsector es la finalización del régimen de derechos de plantación y replantación del viñedo.
En la aplicación de la política europea de control del potencial productivo vitivinícola ha existido una contradicción jurídica entre la evolución de la OCM del Vino hasta el actual reglamento (CE) nº 1234/2007 del Consejo, y el tratamiento específico que recibe el sector en la regiones ultraperiféricas como Azores, Madeira y Cararias al amparo del artículo 349 del Tratado de Funcionamiento de la Unión y los Reglamentos por los que, hasta la fecha, se han establecido medidas en el sector agrícola en favor de las Regiones Ultarperiféricas de la Unión (Programa POSEI).
Esta contradicción jurídica en la práctica ha significado que en dichas regiones se incentive la producción y no se prime el arranque, mientras que en el resto de la Unión europea ocurre todo lo contrario, se limita la producción a futuro y se prima el arranque de viñedo.
Así, el Reglamento originario del Programa POSEI (Reglamento 1601/92 del Consejo), conformaba una serie de medidas específicas reforzando la no aplicación de las medidas de intervención de la organización de mercado del sector vitivinícola, ni el régimen de primas por arranque en Canarias. En cambio, sí reconocía la necesidad de la concesión de ayudas al mantenimiento de las vides orientadas a la producción de vinos de calidad producidos en regiones determinadas (VCPRD) que cumplan la normativa comunitaria.
Tras las gestiones realizadas por el Gobierno de Canarias ante los distintos organismos de la Unión Europea, con el objetivo de solucionar esta situación, finalmente el actual Reglamento regulador del POSEI (Reglamento (CE) nº 228/2013 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 13 de marzo de 2013, por el que se establecen medidas específicas en el sector agrícola en favor de las Regiones Ultraperiféricas de la Unión), establece que el régimen transitorio de derechos de plantación de viñedo se aplicaría en las Islas Canarias hasta el 31 de diciembre de 2012, momento en que dicho régimen desapareció. Ello supone un adelanto en la finalización del régimen de derechos, establecido para el resto de regiones de la Unión Europea hasta el 31 de diciembre de 2015.
La consecuencia fundamental para el viticultor es que la modificación normativa que rige en Canarias desde 1 de enero de 2013, y que viene a finalizar el férreo régimen de control de potencial de producción anterior, favorece la reducción de las cargas administrativas de las explotaciones vitivinícolas, al estar exentas las operaciones de arranque, plantación y replantación de viñedos de autorización administrativa previa; y la remodelación de las explotaciones y la adaptación de sus estructuras a las necesidades productivas, pudiendo libremente trasladar o completar la plantación de las parcelas vitícolas.